El futuro SUV eléctrico de Volkswagen
La marca alemana dejó ver en el último Salón de Shanghai su visión de un futuro SUV 100% eléctrico, el crossover I.D. Crozz, tras los Volkswagen I.D. concept (compacto eléctrico) e I.D. Buzz (el “bulli” eléctrico).
La familia eléctrica de Volkswagen empieza a estar ya bastante definida con este su tercer concept, de modo que para 2020 la marca alemana debería contar con una completa oferta “cero emisiones” en todos los segmentos. Todos están escalados a partir de una misma plataforma MEB, especialmente desarrollada para los futuros vehículos eléctricos compactos de las marcas del grupo.
Bajo un formato más corto y bajo que el del Tiguan (pero más ancho), este I.D. Crozz ofrece una generosa habitabilidad, al menos para las únicas 4 plazas previstas como “concept”, gracias a unas formas interiores bastante cúbicas y regulares y a sus cuatro asientos independientes. El acceso es totalmente diáfano, dado que se recurre a puertas correderas enfrentadas, sin pilar central de carrocería.
Eléctrico, pero con dos motores.- La tracción de este SUV eléctrico compacto está asegurada por dos motores eléctricos, uno sobre cada eje, que le permiten disfrutar de tracción total 4×4. No son de igual potencia, ya que el situado sobre el eje delantero para accionarlo entrega 74 kW (101 CV) y 14,3 mkg de par continuo, mientras que el posterior que mueve las ruedas traseras da justo el doble de potencia (148 kW, o sea 201 CV) subiendo su par motriz hasta los 31,6 mkg. Ambos motores van sincronizados, de modo que en uso normal el eje delantero sólo tracciona cuando el trasero empieza a perder agarre, actuando los dos simultáneamente. No sabemos en qué proporción, pero seguramente tendrá un reparto inteligente en 40/60 ó 30/70, aunque se puede bloquear al 50/50) cuando se elige el uso 4×4.
El diseño es francamente bonito y logrado, y dentro de su vanguardismo bastante limpio. Pero la gran incógnita, como en todos los eléctricos, es la de su autonomía real. Según Volkswagen con sus baterías de 83 kW/h podría recorrer teóricamente hasta 500 km antes de agotarse, pero no se dice bajo qué ciclo y condiciones, por lo que la autonomía real será bastante menor. Y eso con una velocidad máxima limitada a 180 km/h. Eso sí, las recargas son cada vez más rápidas; hasta un 80% en sólo media hora (usando un cargador de 150 kW).
Por lo demás, el interior es de lo más futurista, con un salpicadero con “interfaz” para conducción autónoma con volante retráctil, numerosas ayudas electrónicas y todos los controles a través de pantallas táctiles o por signos gestuales. El cuadro por supuesto es digital, lleva una gran “tablet” interior en la consola, cámara de visión trasera, head-up display de realidad aumentada y diversos “gadgets” de infoentretenimiento. Pero lo importante es que apunta hacia dónde irán los SUV eléctricos de VW en la próxima década, que está ya a la vuelta de la esquina…